El hombre que en 2016 llevó en su vehículo a tres solicitantes de asilo exhaustas, una de ellas adolescente, debe ser absuelto del “delito de solidaridad”, ha afirmado Amnistía Internacional con antelación a la histórica vista de apelación que comienza mañana.
El fallo condenatorio contra Pierre-Alain Mannoni por “facilitar la entrada, estancia y circulación irregular” a dos mujeres y una menor eritreas que acababan de entrar en Francia fue revocado por el Tribunal de Casación en 2018. Esta decisión siguió al reconocimiento del principio de “fraternidad” por la máxima instancia judicial de Francia, el Consejo Constitucional, que dio lugar a una reforma de la legislación francesa. Este nuevo juicio será fundamental para saber si la ley reformada y los tribunales protegen el principio de “fraternidad” y garantizan que nadie es castigado sólo por ayudar a otras personas con fines humanitarios.
“Pierre-Alain Mannoni lleva más de tres años siendo arrastrado por los tribunales por un simple ejercicio de decencia. Pero la importancia de este juicio va mucho más allá de limpiar su nombre: esperamos que también sirva para enviar a las autoridades francesas el mensaje de que los actos de solidaridad nunca deben tratarse como delitos”, ha dicho María Serrano, directora de campañas de Amnistía Internacional para Europa.
“Aunque Pierre-Alain Mannoni aún puede ser condenado a cinco años de cárcel, tenemos confianza en que será absuelto. Pedimos a las autoridades francesas que dejen de usar indebidamente la legislación contra el tráfico de personas para detener y procesar a quienes no dudan en ayudar a personas necesitadas sin conocer su condición de inmigrantes”.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Pierre-Alain Mannoni es un ingeniero de Niza. En octubre de 2016 decidió montar en su vehículo a tres eritreas, que estaban agotadas y heridas y habían pasado a Francia cruzando a pie las montañas, y llevarlas a su casa para que pudieran descansar. Fue interceptado por la gendarmería francesa en La Turbie y acusado de “facilitar la entrada, estancia y circulación irregular” de personas.
Un tribunal de apelación de Lyon revisará la causa el 15 de enero con arreglo a la nueva legislación, y revelará cómo interpretan los tribunales el principio de fraternidad.
En septiembre de 2018 se reformó la legislación francesa a raíz de una sentencia del Consejo Constitucional de Francia, en la cual declaraba que el principio de “fraternidad” protege la libertad de ayudar al prójimo por razones humanitarias, con independencia de su condición migratoria. Amnistía Internacional considera que la ley sigue siendo defectuosa y no impide el procesamiento por actos de solidaridad, ya que permite a los jueces interpretar los motivos de alguien para ayudar a personas refugiadas y migrantes.
Amnistía Internacional se opone a la criminalización de la solidaridad y considera que la justicia penal nunca debería utilizarse para castigar actos de solidaridad.